Biopic de Sor Juana Inés de la Cruz recluida en un convento en México en el siglo XVII. El cuidado de la puesta en escena le dan al film una exagerada atmósfera teatral con cierta tendencia manierista. Bemberg hace un cine de buenas intenciones, pero en el fondo la película no es más una inofensiva nun exploitation de qualité. La manera cómo termina las escenas por lo general resume innecesariamente el sentido de lo visto. Las mejores escenas terminan siendo aquellas en que la protagonista es interpelada por la esposa del virrey (Dominique Sanda).