Comedia dramática en la que dos adolescentes hacen un viaje con una española mayor que ellos a las playas de México. Cuarón vuelve a México luego de su almibarada excursión por Estados Unidos con A Little Princess (1995) y Great Expectations (1998) y nos ofrece otra golosina visual. Si bien el sexo está presente en todo momento, el trasfondo es melancólico y se observa una pintura de la sociedad mexicana, esas no son las principales virtudes o defectos del film. El engranaje narrativo de largos planos secuencias, iluminación natural e intervenciones del narrador le dan cierta serenidad al film. Pero es esa misma distancia no puede esconder que los personajes están tratados con condescendencia, desnuda los lugares comunes del guión (la amistad, el sexo, la muerte) y terminando cayendo en el ridículo con el uso de la voz con consciencia social del narrador. Porque a fin de cuentas el film como drama es muy manipulador, como comedia bastante facilista y como film de sexo bastante antierótico. Eso sí, la fotografía de Emmanuel Lubezki y las playas de Puerto Escondido son bellísimas. La película es una inteligente operación de Cuarón para ganar prestigio y reubicarse en Hollywood.