Cuatro cuentos de terror dirigidos por mujeres. El plato fuerte es el primero. Tres de los cuatro conciernen al tema de la maternidad.
The Box (Jovanka Vuckovic): Adaptación de un cuento de Jack Ketchum. Vuckovic lleva los gestos, la frialdad, el silencio, la ausencia de respuestas al interior de una familia que se contagia y derrumba. Auténticamente horroroso.
The Birthday Party (Annie Clark): Un poco de inofensiva condescendencia hacia los personajes, tal vez como producto del temor de St. Vincent hacia el género de terror, y mucha referencia hacia Tim Burton (el diseño visual, el vestuario, el dibujo de los personajes), tal vez como su antídoto.
Don’t Fall (Roxanne Benjamin): El más festivo y superficial de los cuatro segmentos. El monstruo está muy bien logrado.
Her Only Living Son (Karyn Kusama): Es una especie de secuela macabra de Rosemary’s Baby (1968) que acentúa la soledad de la protagonista.