Documental sobre el festival de música Woodshock en Austin, Texas en 1985. Como aclaran los créditos, el cortometraje se trata de un “intento de film”. Pero igualmente no deja de ser relevante, ya sea como la primera manifestación del cine de Linklater, como un retrato casi involuntario de las posturas del cuerpo y de las actitudes de los jóvenes de la década de 1980, o como la sombra del festival de Woodstock, dónde el público es más importante que la música o el artista.