Comedia dramática en la que un profesor universitario de literatura lucha contra su bloqueo de escritor en Pittsburgh. El film plantea el enfrentamiento entre la madurez y la inmadurez y el pasaje de una a la otra. Pero si la inmadurez sólo es sinónimo de fumarse un porro y salir de noche y la comedia que guía el tono de la narración es demasiado melancólica y oscura, el film por momentos se vuelve monótono, previsible e intrascendente. Si buscamos en los otros personajes, el joven en el que se ve reflejado es una auténtica máscara, el editor homosexual aparece y desaparece, la amante con la que va a tener un hijo y la estudiante que lo seduce no aportan demasiado, la pareja que espera un bebé, y es la razón del cambio del protagonista, es un simple adorno y el resto son simples aderezos del mundo intelectual en que se mueve el protagonista. De nada sirve que se diga que los buenos escritores son talentosos y geniales y los malos escritores son estructurados y prolíficos. Las soluciones expuestas a los conflictos llevan al terreno de la insipidez. Hanson utiliza las formas más elegantes para contar un historia repleta de intenciones moralizantes.