Cuento de terror en el que un editor es mordido por un hombre lobo en New York. Esta versión contemporánea de la licantropía intenta hacer una analogía entre la ferocidad animal y la competencia laboral neocapitalista, pero a decir verdad es poco aterradora. Este hombre lobo con problemas matrimoniales interpretado por Jack Nicholson utiliza la energía extra para sus actividades cotidianas. Los saltos, levitaciones y ataques en ralentí que intentan animar la función quedan un poco fuera de lugar.