Cuento de terror en el que una mujer se comunica con el espíritu maligno de un niño a través del juego de la Ouija en California. La película es una especie de versión slasher de The Omen (1976), con la espectacularidad de las muertes y la investigación sobre un niño, aunque en este caso sin la religión. Y tiene un toque final de The Exorcist (1973), con la posesión y la voz alterada. Tenney aggiorna un poco el producto al reírse de las citas cinéfilas, incluir algunos personajes extravagantes (una vidente punk) y agregar sustos y pesadillas innecesarios. En el medio hay un pequeño drama de dos amigos peleados con la mujer que entorpece un poco. Pero logra sostener el ritmo del film gracias a la ambigüedad de las mentiras del mal y gracias a las tres escenas de muertes.