Secuela de Cast a Deadly Spell (1991) en la que un detective privado investiga la muerte de un productor en Hollywood en 1953. Schrader acepta un divertimento y un encargo. Afortunadamente está a la altura gracias a una fotografía muy luminosa y a un Dennis Hopper inspirado y relajado. La alegoría política sobre el senador McCarthy y la caza de brujas no por ser obvia pierde su poder porque supuso un cambio en la historia del cine americano. La película tiene ese genial momento en el que el senador sale del personaje interpretado por Eric Bogosian.