Drama en el que un sacerdote lucha contra su falta de fe durante un domingo en el que debe dar misa en un pueblo de Suecia. El film se beneficia de la escena de apertura en la que el protagonista celebra la misa con unos pocos fieles. Allí se establecen sutilmente los temas, el estado emocional de los personajes y la continuidad espacio-temporal de la historia. Pese a ser un film sobre la falta de sentido de la vida, suicidas en potencia y amores no correspondidos, hay un tragicómico humor subterráneo en todas las situaciones que, lejos de ser irónico, es profundamente realista y comprensivo con sus personajes.