Comedia romántica en la que una chica recién salida de prisión con habilidad para meterse en problemas y el español es llevada en bus por un abogado de Manhattan a punto de casarse. La película intenta recuperar el espíritu screwball de la década de 1930, pero en una sociedad que ha perdido la capacidad de asombro Madonna no es Ingrid Bergman ni Rita Hayworth. La avalancha de planos malgastados sólo es salvada por algunos gags afortunados al final.