Drama en el que un joven vaga por las calles donde se ha cometido un asesinato en St. Petersburgo en el siglo XIX. Ecos de Dostoievski y la literatura rusa del siglo XIX son convocados en unas imágenes abstractas y surreales, en una narración mínima, en una sensación de desesperación y en unos enigmáticos signos visuales. El film es más como un túnel en el tiempo que permite un vistazo a la historia de Crimen y castigo (1866) antes que su adaptación.