Where the Wild Things Are (2009)

Aventura fantástica en la que un niño desobediente e hiperactivo se escapa de su casa en algún suburbio de Estados Unidos y llega a un mundo habitado por criaturas salvajes. La adaptación de Jonze del libro para chicos de Maurice Sendak se encuentra con el básico problema de la expansión del material original (el cuento con ilustraciones sólo ocupaba una decena de páginas). Jonze en ese sentido no crea un “conflicto” desde afuera, sino que trata de explorar la idea original de la liberación de energía y el consecuente lógico repliegue. El problema es que en el camino le cuesta encontrar un espectador para su film. Definitivamente no es una película para chicos, aunque tenga todos sus elementos. Los adultos pueden apreciar la maniobra que hace, pero llega un momento que todos sus movimientos se tornan demasiado calculados. Es una película difícil y fallida, como las dos anteriores que ha realizado Jonze, pero esta vez el salto es menos excéntrico y los resultados finales, más iluminadores. La simbología y las referencias psicoanalíticas están allí para quienes las quiera interpretar, pero el verdadero hallazgo de la película es la combinación de actores, muñecos reales y caras animadas por efectos digitales. Es un mundo extraño, pero que funciona porque los monstruos no son peligrosos. Y le da al film un look visual particular.