Drama en el que una chica de 16 años queda embarazada por un amigo de su hermano en Toronto en 1943. Pese a que la película es canadiense, Fruet adopta las peores poses del cine británico social, es decir, la condescendencia hacia los personajes, los tiempos muertos en favor de la falsa interpretación y la dinámica tímidamente teatral. Sólo en un par de momentos de miedo y tensión, en algunos hallazgos de la ubicación de la cámara y en el rostro casi zombi de Carol Kane encuentra algún apunte sugerente.