Drama criminal en el que un ladrón se enamora de una chica que trabaja en una joyería en Tokyo. Temprano en su obra Ozu ya domina la pequeña forma narrativa y la inclusión de planos detalle. Filma los grandes espacios como miniaturas. Aunque en este caso el guión da un giro hacia el prejuicio que afecta la fusión de géneros (el melodrama y el policial) que propone.