Drama en el que una joven quiere ser actriz y termina prostituyéndose en Paris separado en las doce situaciones anunciadas por un título. La película plantea la filmación como actor de amor. La cámara está en función de las reacciones y los gestos de la protagonista que no se plantea lo que hace y pese a todo trata de ser feliz. La resolución trae una tragedia inevitable y la aclaración metadiscursiva de la posición de Godard ante su obra y la mujer.