Historia de amor de un joven homosexual y un traficante de armas en el sur del Gran Buenos Aires. Campusano bordea el naturalismo en el sentido de la degradación de la pulsión. Vil romance es una historia de amor que va al hueso, que no necesita de adornos porque su apuesta es puramente realista. Poco importa si las actuaciones tienen el registro correcto, verosímil o adecuado cuando ese registro es el único posible para definir y expresar a los personajes. Los diálogos además desprenden una extraña poesía urbana. Lo cierto es que esa combinación de actuación y diálogos es única en el cine argentino contemporáneo. Pese a estar filmada en 35 milímetros, la desnudez del decorado y la crudeza de las imágenes lo disimula muy bien.