Cuento de ciencia ficción en que un cyborg programado para matar a un militante ecológico declina su misión y se lanza a la fuga en Arizona en un futuro postapocalíptico. Parece que los directores italianos se contagiaron del mal gusto americano de la década de 1980: los diálogos y las actuaciones son ridículos, la banda sonora está repleta de canciones pop insoportables. Al menos las referencias al western (no spaghetti) y The Postman Always Rings Twice (1934) de James M. Cain, al igual que la explosión de acción del final, mantienen el interés de este producto de rápido consumo e inmediato olvido.