Drama en el que dos adolescentes desempleados con pocas expectativas de futuro conocen a una modelo en Datong, China. Esta vez Jia Zhangke no es tan abarcador, ni carga las tintas sobre un país entero como en Platform (2000), por lo que los personajes tienen más vida. Así, el impacto emocional se concentra en los pequeños momentos, la belleza de la fotografía se manifiesta en los colores que amortizan el sufrimiento, las referencias (cinéfilas, culturales, sociales) se dan con naturalidad y la resolución (un crimen absurdo) es la perfecta culminación.