Comedia dramática en la que los egresados de un colegio de Bologna viajan a los bosques de Firenze en la década de 1910. Pupi Avati logra capturar la importancia del momento, la inocencia de la época y el pasaje a la madurez pasaje a la madurez más allá de que haya situaciones límite en la película. Sorprende la partitura nostálgica y emotiva de Riz Ortolani que poco tiene que ver con las esquizofrénicas melodías dentro del género de terror.