Drama en el que un joven descubre la historia de su familia judía durante la ocupación nazi de Francia en la segunda guerra mundial. La estructura narrativa de flashbacks y flash forwards genera atractivo hasta la mitad de la película, principalmente por el apoyo que dan las actuaciones de todo el reparto. Pero una vez que el secreto queda develado, se pierde la progresión del descubrimiento de la verdad del protagonista y del sentido de la historia en el pasado. El film se dedica entonces a prolongar la consumación de un amor prohibido y el misterio por la desaparición de uno de los personajes. Los rubros técnicos, la fotografía, el vestuario, la banda sonora y el montaje, son impecables. Recrean las décadas de 1940 y 1950 con aplomo y detalle. Las actuaciones de Cécile de France (bien como madre, mal como amante), Patrick Bruel (algo flojo en las miradas lascivas) y Ludivine Sagnier (cada vez que llora, conmueve) son correctas. Pero las secundarias Julie Depardieu y Nathalie Boutefeu lson as que sostienen en gran medida a todo el reparto. Al observar de cerca los dramas de una familia, con sus secretos y mentiras, se hace aún más incomprensible el holocausto nazi. Claude Miller hace otro ejercicio de corrección y sobriedad. Claro está que nunca será un autor.