Comedia dramática en la que un hombre se separa de su novia y deambula por la ciudad de Buenos Aires. Luego del ejercicio cercado y meticuloso de El custodio (2006), Moreno se toma unas vacaciones extrañamente permanentes al estilo de Jarmusch y Rejtman. Ni bien arranca la película la novia del protagonista le pide un tiempo por lo que él se ve forzado a irse del departamento en el que conviven. Moreno hace precisamente eso, se toma un tiempo. Para deambular por la ciudad, explorar escenas y situaciones sin un objetivo definido. El resultado es por momentos atractivo, algo redundante pasando la mitad del metraje y asumidamente carente de pretensiones en su conjunto. Se destacan especialmente la escena de la fiesta que se prolonga sin que pase nada realmente significativo y el plano secuencia desde dentro del colectivo que abandona el protagonista y al que, unas cuadras después, sube su novia (que de alguna forma anuncia el desenlace del film).