Drama en el que una joven pareja casada evalúa su relación a partir de la posibilidad de una infidelidad en una ciudad de Francia. Entre la puesta en escena artificial, cierta intención erótica, los personajes simpáticos y una banda sonora intrusiva, Jean-Pierre Mocky no encuentra nunca la distancia justa entre el objetivismo crítico y la subjetividad cómplice.