Comedia en la que dos gemelos creados genéticamente pero físicamente opuestos se reencuentran al cumplir 35 años en Estados Unidos. No se puede negar que pese a ser un vehículo de Arnold Schwarzenegger, el guión sabe explotar su veta cómica y Danny DeVito es tan buen actor que puede sostener el peso de la película y su coestrella. Pero como es sabido en Reitman, los personajes femeninos son meras comparsas que se comportan en pareja y el tercer acto acusa el desgaste del mismo chiste que sólo la premisa de cuasi ciencia ficción puede crear.