Western en el que una chica de 14 años busca ayuda en un alguacil para atrapar al asesino de su padre en Oklahoma en la década de 1880. Remake de True Grit (1969). Luego de coquetear varias veces, en Raising Arizona (1987), Oh Brother, Where Are Thou? (2000) y No Country For Old Man (2007), los Coen aceptan hacer su primer western hecho y derecho. El resultado queda a medias. Que sea su film más clásico y lineal no es desmerecedor (por fin la ironía desbancada) y un par de secuencias al principio y al final logran darle cierto vuelo poético. Pero la actuación de Jeff Bridges al límite de la caricatura sólo busca explotar su veta oscarizable, el abuso de primeros planos resulta la opción más facilista para el material, las explosiones de violencia y de humor negro no tienen mucho efecto y la presencia de Steven Spielberg como productor ejecutivo es suficientemente elocuente de las intenciones del film. No estaría mal que ahora que los Coen son favoritos de la Academia y superan los 100 millones de dólares en la taquilla incursionen en el género de terror, en el musical o en el peplum.