Blaxploitation en el que un cazador de recompensas es perseguido por una banda de proxenetas en Los Angeles. Gracias a unos excelentes diálogos, un personaje carismático, una banda sonora funky del propio Issac Hayes y los estilismos de la dirección de Kaplan, la película se confirma como uno de los mejores exponentes del subgénero. Su influencia llega hasta Hard Boiled (1992) y Jackie Brown (1997).