Drama que narra tres historias de tres mujeres llamadas Ana en Buenos Aires. Los tres episodios están narrados desde el punto de vista masculino, pero en el tercero Ana no es tanto un personaje como el fantasma de un personaje. El primer episodio es una simple, bella y recatada historia de amor que trata el tema del aborto. Por suerte supera el decoro de Los de la mesa 10 (1960) y no se mete en los problemas de Los que verán a Dios (1963). El segundo episodio parece una pieza de jazz como la protagonista va improvisando ante sus diferentes encuentros, desde el comienzo sacando el boleto en el colectivo al final abrupto. El tercer episodio tiene algo de cuento de fantasmas, pero la frase de Lautaro Murúa sobre los zombis corta un poco el tono y la dinámica del film. Finalmente la impresión que queda es que los tres podrían ser largometrajes independientes.