Comedia dramática en la que un grupo de jóvenes entre los que se encuentran descendientes de Rosas y Sarmiento se reúne en una casa de Buenos Aires. La película le plantea un juego al espectador que necesita de cierto tiempo para cobrar sus frutos. Los intertítulos, la división en escenas o planos secuencias, la ausencia de planos generales que establezcan el escenario y la trama de continua falsificación pueden resultar un obstáculo. Pero así el film encuentra un ritmo y una dinámica propias. Allí aparece el excelente uso de las voces y los diálogos en off visual que hace Piñeiro, cierto erotismo pudoroso de los cuerpos y una sensación de soltura general que es muy difícil de ver en el cine contemporáneo.