Policial en el que dos amigas planean el asesinato del esposo de una de ellas para quedarse con la herencia en un pequeño pueblo de California. Tenney abandona el terror y la ciencia ficción para sumarse a la corriente revisionista del film noir de fines de la década de 1990: Bound (1996), Wild Things (1998), Palmetto (1998). Lo hace con una modestia y un estilo que lo confirman como un ilustre desconocido de la serie B americana. Pese a que los actores parecen sacados de las peores soap operas, que el tono del film es muy distendido (no hay sensación de vértigo) y que algunos flashbacks detienen el tempo narrativo y agregan poca información, la película tiene su atractivo. La premisa es prototípica del género y el ajustado guión la potencia. Hay un sentido del humor subterráneo en el hecho de que dos mujeres con pocas luces puedan armar el crimen perfecto y cada vez que algo sale mal digan: “Es mejor de lo que planeamos.” Los tres asesinatos son muy crueles. La banda sonora combina sutiles hilos de suspenso con las cuerdas y el slide a lo Ry Cooder y le agrega al canciones con sabor country. Lo peor termina siendo el último plano. Era imposible que Tenney concibiera el film noir perfecto. No es extraño que cuando la moda dicta slashers revisionistas o thrillers sobrenaturales los cultores del cine de terror de la década de 1980 busquen otro camino.