Drama en el que un reportero llega a una aldea a esperar la muerte de una anciana de más de cien años en Siah Dareh, Irán. Kiarostami continúa el proceso de depuración de su cine, con el uso sistemático del fuera de campo, el comienzo con planos generales, el desentendimiento del relato y la utilización del espacio y los desplazamientos de los personajes, para redondear uno de sus films más bellos. En este caso le agrega un sentido del humor subterráneo a partir de los problemas con las telecomunicaciones y un bienvenido toque poético en el uso del color y la naturaleza.