Comedia en la que dos adolescentes se hacen amigas en una escuela internado católica en Pennsylvania. Adaptación del libro de memorias de Jane Trahey. Trece años después de su último trabajo como realizadora vuelve Ida Lupino con una película muy diferente a lo venía haciendo en la década de 1950, pero con la misma malicia, inteligencia y capacidad de observación. La educación de las niñas en tres cursos anuales de un liceo para señorita muestra el progresivo mejoramiento de las aprendices. Dos rebeldes en el tren, Hayley Mills y June Harding se cambian de nombre cuando se conocen antes del primer día de clase, ahora Fleur de Lis y Kim Novak. La presentación de las maestras de cada materia en el comedor de la escuela es otro gran momento. La madre superiora controla todo hasta que finalmente muestra su pasión por el diseño de ropa. Las chicas sólo quieren verse bien. Pasan de curso en curso sólo prestando la atención justa. De la clase de educación y natación, a las de música y de baile recién en el tercer año. Los uniformes de porristas están a la vuelta de la década. Una sufre más que la otra la despedida, pero no es más que la sorpresa del abandono final. “No sé lo que es, pero muy imaginativo” felicita la maestra de arte al pasar a una de sus alumnas.