Mezcla de comedia dramática y aventura en la que un hombre casado ayuda con su hijo a un vecino a buscar un tesoro enterrado en una casa en un pueblo a las afueras de Bucarest. Porumboiu hace su film más accesible visualmente y narrativamente amigable hasta la fecha, pero no renuncia a su dispositivo técnico de largos planos fijos. Esta vez la combinación es más estimulante, el humor surge con naturalidad y los personajes no pierden entidad en ningún momento. Tal vez la resolución irónica, que tiene algo de cuento de hadas, rompe un poco con el seco realismo de la puesta en escena.