Drama en el que un moro consumido por los celos asesina a su esposa en Venecia en el siglo XVI. Welles utiliza el texto conocido de Shakespeare para experimentar con la puesta en escena (los ángulos que descentralizan la narración), el montaje (los inserts arriba de la palabra) y la fotografía (los contraluces, las siluetas). El resultado está muy alejado del teatro. Si bien el sacrificio de las actuaciones, los diálogos y la trama no le quita solemnidad al film, algunas soluciones visuales resultan originales: el asesinato de la esposa mediante fundidos y el plano cenital de la cara al final.