Comedia en la que un dúo de comediantes peleados son reunidos por un especial de televisión en New York. Adaptación de la obra teatral de Neil Simon (1972). La película arranca bastante bien, cierta construcción neorrealista del guión, privilegio del plano y las tomas largas, hasta desembocar en la mejor escena: encuentro para ensayo en el departamento del protagonista. Pero después pierde la gracia. Cierta condescendencia hacia los personajes y la repetición de algunos chistes llevan a la peor escena: la grabación del sketch en la que Ross se muestra más interesado en las cámaras que en los actores.