Comedia en la que una familia estúpida involuntariamente se involucra en una conspiración militar en Estados Unidos. Gran oportunidad para hacer una sátira de la familia y la sociedad americana deviene en despropósito de indescriptibles proporciones. La mediocridad visual y la repetición del mismo chiste es la confirmación final de la comedia muerta como género (que se permita hacer esta película) y que John Landis es estúpido ya sin retorno. Lo más triste, ni una risa se roba.