Historia de amor de un jugador de beisbol profesional y una cantante que no quiere abandonar su carrera en Atlanta. Si bien hay que filtrar las luces de neón, unas canciones espantosas, los montajes de video clip y la condescendencia del guión, Ashby logra imprimir su toque cuando la acción se detiene, establece las escenas, entiende a los personajes y resuelve el film con un toque agridulce.