Drama en el que dos hermanas distanciadas en viaje deben compartir una habitación de hotel con el hijo de una de ellas en una ciudad de un país del centro de Europa. Más allá de hacer palpable lo invisible (los sonidos, los olores y el lenguaje corporal transmiten la imposibilidad de la reconciliación), Bergman hace un gran trabajo desde lo visual con el entrar y el salir constante de los personajes y sus miradas (no es extraño que Dario Argento sea uno de los admiradores de Bergman). Destacar la valentía del film para superar todo tipo de tabúes y moralinas con una resolución coherente y para visualizar los desnudos y las escenas de sexo, que son imperativas para el relato.