Comedia romántica en la que un hombre casado queda solo en su departamento cuando su esposa e hijo van de vacaciones y conoce a una bella vecina que vive en el mismo edificio en New York. La película establece un juego con el espectador a partir de la imaginación y los monólogos del protagonista hablando solo. El chiste es que ni siquiera sabe el nombre de la rubia.