Drama en el que un trapecista americano judío vive en Berlin en 1923. Si bien Bergman debe hacer algunas concesiones en pos de una coproducción internacional (el formato de thriller, la resolución esclarecedora), su visión orwelliana del siglo XX es tan real y posible como irracional. Ya se trate de los organismos paramilitares, de la ciencia o de la medicina, el objetivo es el mismo: el control y el dominio de los cuerpos y de las emociones.