Aventura sobre la vida de un cazador esquimal que se casa con una mujer y mata accidentalmente a un hombre blanco en el norte de Canadá. Una de las películas más bellas y subestimadas de la obra de Ray. La película se acerca a un estilo de vida alternativo que, más que documento antropológico, cuestiona los valores de la civilización. La actuación de Anthony Quinn logra capturar la inocencia y el salvajismo del título. Hay escenas, secuencias e imágenes de una indudable naturaleza poética. La persecución que hace el esquimal de su esposa es tan física como emocional al principio del film. La escena en el bar de los hombres blancos tiene una cualidad casi de ciencia ficción. La imagen del hombre congelado luego de caer al agua parece sacada del género fantástico. Las escenas de caza filmadas en el polo ártico tienen una belleza arrebatadora.