Película de gangsters en la que un veterano de la primera guerra se hace cargo del contrabando de alcohol en New York en la década de 1920. Raoul Walsh utiliza la velocidad de los diálogos, el montaje y la acción al servicio de una historia de ascenso, caída e inconsciencia. Lo que queda de los gestos y el retrato del personaje lo tomaron De Palma y Scorsese en sus películas de mafiosos.