Drama en el que una adolescente de una familia británica se enamora de un soldado llegado de la guerra en la India. Desde su apariencia naif, sentimental y colonialista con sus colores pasteles, uso de la voz en off de la narradora y el exotismo local, Renoir hace uno de los films más bellos y poéticos de la historia del cine. De a poco va encontrando las fluctuaciones del tiempo, derribando psicologismos y determinismos y mostrando la vulnerabilidad y los límites de sus personajes. Hasta llegar a una imagen en la que personaje observa a otro personaje observar (en la profundidad del campo) a una pareja acercarse. Una imagen que destruye la narración y lleva la mirada y el afecto hacia el infinito.