Musical en el que en el que una compañía de ballet hace una versión del cuento de hadas de Hans Christian Andersen en Londres, Paris y Monte Carlo. Los números de ballet crean un mundo de fantasía de una belleza turbadora. Los planos detalle de los zapatos rojos se acercan al cine de animación. El poder visual sorprende del primer al último plano. Los cortes, las sobreimpresiones, los desvanecimientos, todos los recursos visuales son absorbidos por el uso del color. No es de extrañar que Powell sea el director que más influyó a Scorsese visualmente. La única queja contra el film es que el humor no puede aparecer con este dispositivo visual. Pero la película es una tragedia que hace una lúcida lectura del cuento desde la perspectiva de la industria cultural del siglo XX.