Drama en el que una prostituta trata de rehacer su vida en una clínica para niños lisiados en un pueblo de California. Fuller destruye todas las convenciones y estereotipos en cuento a los personajes (imposible encasillarlos), las situaciones (siempre imprevisibles) y el feminismo (son las propias mujeres las que se explotan). Incluso su film se atreve a plantear el tema de la pedofilia. Es que a partir de que el lenguaje del cine de Hollywood se institucionalizó, Fuller, mientras respeta la forma, explota la libertad de contenido para devolverle su significado.