Drama en el que tres hermanas vuelven a casa luego de la muerte de su madre en un lago del estado de Iowa. Llamarla una película de terror sería un poco excesivo, pero hay un clima, una atmósfera, un sutil desasosiego que va ganando consistencia a lo largo del relato. Adina Smith utiliza con acierto el recurso del falso documental (o cámara en primera persona) para definir uno a uno los personajes. Una de las hermanas utiliza la cámara como escudo mientras recolecta material para un supuesto documental familiar. Los escalofríos son más reposados: las únicas manifestaciones del horror se intuyen en unos pájaros que mueren y unas fotos de la cámara que aparecen en la computadora sin conexión wireless. Si bien en la última parte el film efectúa un cambio de escenario abrupto, la narración explora la soledad e incertidumbre de la última hermana.