Aventura en la que dos soldados abandonan el ejército inglés en la India para convertirse en reyes en Kafiristán en 1885. Basada en un cuento de Rudyard Kipling. El film se beneficia de una marcada estructura de tres actos (el ritmo no decae), del tono irónico que no esconde la sátira al imperialismo y de un Michael Caine siempre atento para dar la respuesta justa. Si a eso le sumamos que John Huston (sin descuidar sus raíces clásicas) sabe modernizar un poco su puesta en escena, el resultado es óptimo.