Comedia romántica en la que una joven se hace pasar por una niña de doce años para viajar en tren con descuento y comparte asiento con un oficial del ejército camino a Iowa. Adaptación de una obra de teatro de Edward Childs Carpenter y un cuento de Fanny Kilbourne. El guión de Wilder y Charles Brackett sabe sacarle provecho a las situaciones y, sobre todo, rematar los diálogos, las escenas y las secuencias. La escena que da pie a la trama resulta genial. La puesta en escena sorprende porque tiene el grado justo de estilización. Todos esperaban en Hollywood que su procedencia alemana sería razón suficiente para que Wilder llenara la fotografía de sombras expresionistas. El cinismo ya se perfila, pero está atenuado. Ray Milland sigue llamándola Su-Su durante toda la película. El diálogo sobre la juventud es tanto la desviación como un recurso para hacer una declaración de principio narrativo.