Drama en el que un poderoso empresario de Hollywood tiene dificultades para llevar adelante su estudio durante la década de 1930. Adaptación de la novela inconclusa de F. Scott Fitzgerald. La película parece muy ambiciosa al ahondar en las dos facetas del protagonista (Robert De Niro): exitoso y determinado emprendedor, obsesionado amante de una actriz. Pero Kazan resuelve de forma inapelable la trampa: los ejecutivos viejos no hacen nada más que sudar con sus secretarias en la oficina (tienen el poder) y la naturaleza perversa de la relación amorosa primero se niega, después la usa y por último lo abandona. Tal vez Elia Kazan sea mejor director de actores de cine de la historia, no sólo de los de método.