Thriller en el que una empleada de una librería intenta chantajear a su dueño en Londres. Terence Fisher hace su primer film para la productora Hammer con un buen punto de partida argumental (James Hadley Chase participó del guión) y actores americanos en el reparto con vistas al estreno en Estados Unidos. Se aleja de la corrección british de sus anteriores trabajos gracias al humor negro y la crueldad. Si bien la dosificación de la información no es ideal (Hitchcock), el film tiene momentos inspirados (la cara del policía en el hueco) y secuencias elaboradas (el asesinato de la chica).