Comedia negra en el que un comediante inexperto de New York está obsesionado con llegar al éxito en la televisión. Scorsese hace un genial retrato de la insistencia y la desgracia a través de lo que el protagonista se imagina y lo que realmente pasa, que muchas veces se terminan confundiendo. El quiebre del relato a partir del secuestro de una estrella de televisión da pie a la comedia en sí con situaciones disparatadas y a una crítica aguda y certera a la sociedad de consumo, los medios de comunicación y la burocracia imperante. La irónica resolución demuestra que actualmente cualquier idiota a través de cualquier método es capaz de alcanzar lo que se propone.