Thriller psicológico en el que cirujano y su familia son acosados por el hijo de un paciente que no pudo salvar en Cincinnati. Hay cierta atmósfera de Kubrick, en especial de Eyes Wide Shut (1999), ya sea por la presencia de Nicole Kidman, la profesión de doctor del protagonista, la sexualización de todos los comportamientos de los personajes, el simbolismo de algunas escenas, y el uso de la música clásica. El poder visual y la habilidad en el uso de los progresivos zooms lentos también muestran la influencia del director de 2001: A Space Odyssey (1968). Lanthimos opta por la contención narrativa y la parsimonia en el desenvolvimiento de los hechos para lograr un clímax in crescendo. El film juega con lo sexual, con la perversión y con la expectación. Pero la resolución puede ser un poco decepcionante. La película está al borde del psycho thriller, pero también de descarrilarse en cualquier momento.